Por José Carmona
Mercedes-Benz presentó ayer en Stuttgart el Vision EQXX, el resultado de un proyecto tecnológico a gran escala del fabricante automotriz alemán para mejorar sus vehículos eléctricos (EVs) de cara al futuro.
Aclarando que no es un vehículo de producción, Mercedes-Benz dijo que lo mucho que aprendió armando el concepto Vision EQXX lo aplicará en un futuro cercano a sus EVs de producción.
Según Mercedes, el objetivo detrás del Vision EQXX era construir un auto eléctrico con una autonomía superior a los 1,000 kilómetros (poco más de 620 millas). Los ingenieros de Mercedes lo lograron siguiendo la ruta de la eficiencia, sin tener que aumentar el tamaño de la batería.
Tal como está, el EQXX tiene una asombrosa cifra de eficiencia de 6 millas por kWh, significativamente mucho mejor que incluso los EVs más eficientes actualmente en el mercado.
Mercedes dice que trabajó con el equipo de Fórmula Uno en Mercedes-AMG High Performance Powertrains para armar un paquete de baterías de súper alta densidad. El paquete en sí tiene “poco menos de 100 kWh” de energía utilizable, pero se puede colocar en un automóvil compacto como el EQXX.
Tiene la energía potencial del EQS, pero el paquete en sí tiene un 50% menos de volumen y es un 30% más ligero que el del EQS.
Mercedes atribuye las mejoras al progreso en la química (según se informa, veremos una batería con esta nueva química en producción para el 2024) y el nuevo compartimento OneBox que mejora el nivel de integración del paquete de baterías en la plataforma del vehículo.
Aunque otros fabricantes han elevado los sistemas eléctricos a 800 voltios, el EQXX experimenta con un sistema funcional de 900 voltios. Mercedes no confirmó que un sistema de 900 voltios llegaría a producción pronto, pero dijo que estaba evaluando la tecnología para un posible uso futuro en un auto de producción.
La unidad motriz en sí consta del motor eléctrico, la transmisión de una sola velocidad y la unidad de electrónica de potencia, esta última se extrae del hiper coche AMG Project One.
Sin embargo, el motor eléctrico en sí no es super potente, ya que Mercedes lo califica con 201 caballos de fuerza. La idea era hacerlo eficiente, no un superdeportivo, alegó el fabricante alemán.
Mercedes utiliza una nueva generación de carburos de silicio en el tren motriz y dice que la eficiencia del tren motriz en su conjunto es del 95%. Eso significa que el 95% de la energía de la batería va a las ruedas. Al igual que la batería, este motor está programado para su uso en un vehículo eléctrico de producción para el 2024-2025.
Esta transmisión súper eficiente produce un calor residual mínimo, lo que también significa que su sistema de gestión térmica puede ser muy ligero. A través de contraventanas aerodinámicas, válvulas de refrigerante y bombas de agua, la unidad de transmisión se mantiene a la temperatura adecuada con un costo de energía muy pequeño.
Mercedes dice que la batería en sí está enfriada por aire, no enfriada por líquido, porque la refrigeración líquida cuesta más energía de la que vale en este proyecto tecnológico.
Para proporcionar una refrigeración adecuada, Mercedes utiliza una placa de refrigeración instalada en el piso del vehículo. Esto permite que el flujo de aire provenga de la parte inferior para enfriar la batería, que según Mercedes es la forma más aerodinámica de hacer el trabajo.
El Vision EQXX tiene un coeficiente de arrastre (“drag”) de solo 0.17, superando al líder de automóviles de producción actual, el EQS, con un coeficiente de 0.20.
Mercedes dice que, en un viaje por carretera de larga distancia, un EV típico dedica alrededor de dos tercios de la capacidad de su batería simplemente para cortar el aire por delante.
Es por eso que una forma resbaladiza y aerodinámica es tan necesaria para distancias largas. La eficiencia también proviene de ser liviano, y ahí es donde los EVs tradicionalmente fallan.
En un esfuerzo por hacer que la estructura sea más liviana, Mercedes utilizó una interesante fundición estructural de aluminio llamado BIONEQXX como el componente estructural principal en la parte trasera, visto anteriormente en el EQS.
Es una fundición que tiene una apariencia similar a una red con espacios (agujeros) donde no hay necesidad de elementos estructurales.
El material solo se utiliza donde es necesario para la función estructural y donde se ejercen cargas. Obviamente, los agujeros en la carrocería no son ideales cuando un auto se conduce en agua y barro, por lo que Mercedes utiliza un sustituto de plástico sostenible producido por impresión 3D para llenar los agujeros, 42 de ellos para ser exactos.
Este complejo proceso ahorra aproximadamente un 15-20% del peso de una fundición tradicional, dice Mercedes. El mismo proceso se utiliza para los domos de amortiguación y ahorra 8.8 libras en comparación con los domos convencionales.
Las puertas están hechas de una combinación de fibra de carbono y plásticos reforzados con fibra de vidrio.
Mercedes también utiliza rotores de freno de aluminio que reducen drásticamente el peso en comparación con los rotores de acero fundido; las emisiones de polvo de los frenos también se reducen en un 90% gracias a un recubrimiento único utilizado en los rotores.
Los resortes de plástico reforzado con fibra de vidrio también remplazan a los resortes helicoidales convencionales, lo que ahorra peso. Al final, el Vision EQXX pesa 3,858 libras. Aunque no es liviano, pesa menos que la mayoría de los vehículos eléctricos de lujo a la venta actualmente.
Reportero de negocios con más de 20 años de experiencia cubriendo la industria automotriz, habiendo trabajado en los principales medios impresos de Puerto Rico, como Caribbean Business, El Nuevo Día y El Vocero.